Hay ideas innovadoras bien simples y baratas que pueden cambiar la vida de las personas. Un ejemplo es este proyecto sostenible de iluminación desarrollado por el Instituto Tecnológico de Michigan (MIT) que se ha implementado en barrios pobres de Filipinas que no cuentan con energía eléctrica ni iluminación. Sólo se necesita una botella de plástico llena de agua incrustada en los techos de uralita de las viviendas y se consigue una iluminación de hasta 55 watts gracias al principio de refracción de la luz solar.

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